¿Cómo proteger la piel de tu rostro todo el año?
La piel es un órgano que se encuentra en constante cambio y evolución durante toda nuestra vida. La aparición de los signos de envejecimiento es una de las mayores preocupaciones para algunos, con el surgimiento de pequeñas líneas de expresión, arrugas, flacidez, pérdida de volumen o elasticidad, entre otros.

Hoy sabemos que la piel puede acelerar su proceso de envejecimiento debido a factores internos como a la alimentación o incluso factores externos como la contaminación ambiental y la luz del sol. Detener este proceso es imposible, sin embargo, existen algunos cuidados básicos que pueden ayudarte a tener una piel más sana y visiblemente más suave.
Protegerse del sol es indispensable, usar un protector solar de al menos un FPS 15 todos los días te ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro, problemas de hiperpigmentación o manchas, protegerás el material genético de la piel y todos tus demás cuidados tendrán una capa extra de protección. Actualmente en el mercado existen fórmulas extremadamente ligeras que incluso te cuidan de la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos.
Trata tu piel suavemente, los cuidados tópicos diarios tendrán un efecto visible a corto plazo con beneficios para el futuro. Limita el tiempo de baño, evita los jabones fuertes, seca tu rostro con pequeñas palmaditas sin frotar y ocupa productos aptos para tu tipo de piel según tus necesidades.
Consume una dieta saludable, el principio es simple: belleza desde el interior. Si nutres tu organismo con una dieta balanceada baja en grasas, azúcares y alimentos procesados, tu piel podrá defenderse mejor del daño ocasionado por los agentes externos. Si tu ritmo de vida es muy acelerado, puedes consultar con un profesional de la salud el uso de suplementos alimenticios ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes o proteínas como el colágeno.
Cuida e hidrata tu piel a profundidad consumiendo agua natural y opta por aplicar tus productos hidratantes saliendo del baño o mientras la piel aún se mantiene húmeda. La mayoría de los productos antienvejecimiento, preservan los niveles óptimos de agua en la piel para una piel suave, tersa y visiblemente más lisa.
Aprende a manejar el estrés y duerme mejor. Es común que después de una noche larga tu rostro se vea apagado al siguiente día, incluso es probable que alguien más lo haya notado. Duerme lo suficiente, establece límites razonables, reduce tu lista de tareas pendientes y dedica tiempo para hacer las cosas que disfrutas. Los beneficios en tu piel pueden sorprenderte.
La ejecución de los pasos anteriores implica que des una revisada a tu rutina diaria. Además, no dan como resultado mejoras instantáneas en la piel, pero proporcionan un apoyo importante en el cuidado y mantenimiento a largo plazo para una piel de aspecto joven y saludable.